lunes, 23 de diciembre de 2013

AHÍ NOMÁS CONTIGO, GRACIAS.

Siempre he tenido la buena suerte que cada vez que me gusta un chico, yo también le gusto. OK esperen, no es cierto. De hecho, cada vez que lo menciono me siento mentirosa.

El único chico que no me dio bola jamás fue cuando tenía 8 años. Era el típico niñito que le gustaban a todas, absolutamente a todas. Ese año hubo un paseo escolar, creo que íbamos a un museo. La profesora decidió que nos sentaríamos una niña y un niño... supongo que nos estaban enseñando caletamente a gilear. Así que la forma de juntarnos sería por estatura, a esa edad yo era una enana (aún lo soy), pero él era más enano aún. Las probabilidades que me sentara a su lado no eran alentadoras, al menos eso pensaba yo que ya andaba estresada y preocupada por tremendo lío por el que estaba pasando a mis 8 años. Así que opté por encogerme un poco, doblar un poquito las rodillas y rezar por que la profesora no se percatara de tremendo plan mío. Felizmente no se dio cuenta y nos sentamos juntos todo el paseo. Misión cumplida. Debo admitir que aún sigo aplicando eso de los encuentros "fortuitos". Me funciona bien, aunque no sé si los chicos se hayan dado cuenta alguna vez de eso. Quizá solo uno, los otros eran imbéciles. En fin, retomando la historia... a pesar de nuestra interesantísima conversación de primaria, nada pasó después. Se quitó del cole y no volví a saber nada de él. Hasta la existencia de facebook. Yo lo agregué y él no se acordaba de quién era yo. Auch, tremenda choteada... el bastardo se acordaba de mi mejor amiga, no de mí. Tremendo golpe al orgullo.

Apartando a ese estúpido niño de 8 años, la choteadora por el resto de lo que va de mi vida he sido yo. Yo he sido la bastarda "ilusiona hombres" que salía una vez con ellos y después arrugaba y como cobarde me escondía. Así es, YO soy una atorrante mala mujer. Y la razón por la que he actuado así es porque ninguno de esos chicos me importaban. Yo soy la estúpida que desaparecía para evitar tener que dar explicaciones y que pues de esa forma, entendieran la indirecta. Soy una basura. Dormía tranquila todas las noches, total... los rechazados eran ellos. Solo una vez, uno me interrogó 3 años después. Como buena ardida y despechada que soy, comprendí su actitud y le expliqué porqué había huido de esa forma tan rochosa. Para serles sincera, tergiversé la verdad un poquito. Supongo que se habrá quedado más tranquilo, no lo sé.

Y como se imaginarán, hace muy poco el karma me tocó la puerta. Conocí a un chico el cual me gustaba mucho pero más que algo romántico era totalmente pasional, solo físico. Para hacerla corta, salimos, me ilusioné con lo que podía pasar, el parecía ilusionado, parecía interesado, parecían muchas cosas. Y de repente dejó de hablarme, de un día para otro se echó para atrás y se olvidó de avisarme. Me la pasé rompiéndome el cráneo pensando y pensando en miles de teorías por las que él podría haberme choteado. Pensaba: "maldito cobarde, pendejo del mal, imbécil hdp". Pero la verdad de las cosas es que yo actué de la misma forma con los otros chicos. Yo también soy una cobarde, pendeja e hdp. Yo también decidí comportarme como una atorrante con tal de no dar explicaciones. No se siente para nada bonito que te rechacen de esa forma y más aún cuando parecía que algo podía pasar. Tampoco es que tenga el corazón roto, pero la curiosidad por saber qué pasó me mata. Hace unos días estuve pensando en eso, pensando las razones por las que choteé a esos chicos. Todas las razones son diferentes, pero llegué a la conclusión de que ellos eran el problema, es decir, que había algo de ellos que no me gustaba y para no complicarme desaparecía. Así que supongo que lo mismo pasó con el ropero de dos cuerpos andante que me rechazó. No hay más vueltas que darle, no volveré a pensar en eso y mucho menos se lo preguntaré. A veces vivimos pensando solo en nosotros, y creo que eso hasta cierto punto es bueno. Pero cuando se involucran los sentimientos de otras personas, ser considerado podría servirle a todos. 

Esos chicos que rechacé alguna vez ahora están perfectamente bien sin mí, todos son muy felices y tienen pareja. Ninguno me habla. Y me lo tengo bien merecido, no deberían hacerlo, yo no lo haría. Nadie murió, el mundo sigue estando en orden.